Hace mucho tiempo que se cree en la existencia de una relación entre el cannabis y la diabetes, y es bien sabido que los cannabinoides afectan al nivel de azúcar en la sangre y al sistema digestivo. Un nuevo estudio ha descubierto que los consumidores de cannabis tienen menos probabilidades de padecer diabetes de tipo 2, una enfermedad que afecta a más de 300 millones de personas en todo el mundo y que supone el 90% de los casos de diabetes.
¿Qué es la diabetes?
La diabetes mellitus (DM) es una enfermedad crónica en la que los niveles de azúcar en la sangre, de no tratarse, son sistemáticamente elevados. Esto se debe o bien a la incapacidad de fabricar cantidades suficientes de la hormona que ayuda a absorber el azúcar, llamada insulina, en el páncreas (DM de tipo 1, que suele presentarse durante la infancia), o bien a la incapacidad de responder a nivel celular a la insulina que se produce (DM de tipo 2, anteriormente conocida como diabetes no dependiente de la insulina o diabetes del adulto). Esta incapacidad se conoce como resistencia a la insulina.
Tanto la diabetes de tipo 1 como la de tipo 2 son enfermedades crónicas sin cura conocida. La insulina y otras medicaciones pueden ayudar a vigilarlas diariamente y a controlar sus síntomas, pero incluso cuando el estilo de vida y el régimen de tratamiento del enfermo están bien llevados pueden darse complicaciones. Dichas complicaciones incluyen daños en los nervios periféricos y los vasos nerviosos, degeneraciones de la retina que provocan una reducción de la visión y daños en el riñón que a menudo hacen necesaria la diálisis. Los vasos sanguíneos principales también se ven afectados por la diabetes, y las personas diabéticas tienen el doble de probabilidades de sufrir enfermedades cardiovasculares que las personas sanas.
El cannabis y la diabetes
En la diabetes de tipo 2, los niveles de insulina en la sangre pueden ser anormalmente elevados ya que, a diferencia de lo que ocurre con la DM de tipo 1, el páncreas produce insulina pero las células no son capaces de utilizarla. Se cree que la DM de tipo 2 es provocada por variedad de factores, especialmente un estilo de vida poco saludable y la obesidad, pero también por predisposiciones genéticas. Sin embargo, investigaciones recientes llevadas a cabo por científicos de la Universidad de California y la Universidad de Stanford han indicado que la disponibilidad de azúcar añadido influye directamente en el riesgo de desarrollar DM de tipo 2, independientemente del resto de factores.
En un estudio encabezado por EE.UU. publicado en mayo de este año, los investigadores descubrieron que los niveles de resistencia a la insulina y de insulina en ayunas (medidos después de nueve horas sin comer) eran respectivamente un 17% y un 16% inferiores en aquellas personas que habían sido o eran consumidoras de cannabis que en las personas que no lo eran. También observaron que los consumidores de cannabis solían tener contornos de cintura menores. A priori, estos dos datos parecerían contradecir las asociaciones anteriores entre el cannabis y la ingesta calórica. El mecanismo por el que se produce este proceso aparentemente contradictorio todavía no se comprende del todo, aunque se cree que el cannabidiol puede tener un papel importante en él.
El cannabidiol es un antagonista del receptor CB1 que, tal como se ha demostrado, tiene un papel fundamental para controlar la obesidad (por ejemplo, los ratones con receptores CB1 desactivados artificialmente son resistentes a la obesidad inducida por la dieta). Los antagonistas se unen a un receptor pero no provocan ninguna respuesta metabólica: se ha demostrado que el Rimonabant, un antagonista sintético del receptor CB1, provoca un aumento en la sensibilidad a la insulina, y se cree que el cannabidiol puede ejercer una influencia similar: esto explicaría los menores niveles de resistencia a la insulina que presentan los consumidores de cannabis.
FUENTE: http://www.lr21.com.uy/tecnologia/1191046-cannabis-marihuana-diabetes-resistencia-insulina
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