Las elecciones federales de Canadá serán dentro de cerca de un año y uno de los temas que desde ya se perfilan como uno de los principales de la campaña será la legalización o no de la marihuana.
Los conservadores, quienes buscan extender su estadía en el gobierno por más de una década, ya trazaron su plan de juego: atacar al Partido Liberal, de forma frontal y directa sobre el tema de la legalización de la marihuana.
El más reciente capítulo en esta historia tiene como protagonista a Marc Emery, conocido como el “Príncipe de la Marihuana”. Se trata de un canadiense que ha dedicado su vida a luchar por la legalización de la marihuana y quien fue extraditado por Canadá a pedido de la DEA para cumplir condena al sur de la frontera por haber creado un negocio de distribución de semillas de cannabis.
Ayer, luego de cumplir su condena de cinco años, Emery regresó a Windsor, Ontario. Muchos lo aplaudieron, otros lo siguen criticando, entre ellos los conservadores.
En un tuit publicado en la cuenta del actual partido de gobierno, se ataca a Justin Trudeau, líder de los liberales, por considerarlo “amigo” de Emery, a quien se refieren como un “narcotraficante“.
La historia
Emery y Trudeau han sido vinculados por años, aunque sin ninguna prueba concreta. El llamado “Príncipe de la Marihuana” escribió en un libro que fumó varias veces junto al joven político, aunque luego cambió su historia a un sólo encuentro en el que habrían compartido un joint.
Sin embargo, Trudeau, quien admitió haber fumado marihuana antes de iniciar una carrera como político, niega haber tenido esos encuentros con Emery, quien a su llegada a Canadá dijo que dedicará los próximos meses a recorrer el país para apoyar a los liberales y sacar a los conservadores del poder, a quienes califica de “tiranos”.
Incluso su esposa, Jodie, planea ser candidata de una circunscripción en Columbia Británica, aunque no cuenta con el apoyo inmediato de la dirigencia liberal.
Un año movido
Justin Trudeau todavía tendrá que tomar una decisión referente al tema de la legalización, la cual hasta ahora ha sido algo ambigua. El líder de los liberales, quien está al frente de varias encuestas para convertirse en Primer Ministro, ha señalado que legalizar la marihuana acabaría con el tráfico y la violencia que genera.
Aún así, ha destacado que su consumo puede ser dañino, especialmente para la mente de los más jóvenes.
Del lado de los conservadores el tema está claro: la marihuana es una droga que debe seguir siendo ilegal. Incluso, este martes el ministro de Seguridad Pública, Steven Blaney, envió un comunicado criticando la vinculación del “narcotraficante” Marc Emery a los liberales.
“El Sr. Emery y su esposa soy fuertes seguidores de la visión de Justin Trudeau de legalizar la marihuana, de hecho, la Sra. Emery planea lanzarse como una candidata a favor de la marihuana en 2015″, señala el comunicado. “Mientras que los liberales intentan hacer más fácil el acceso de nuestros niños a la marihuana, los canadienses pueden contar con nuestro gobierno para llevar adelante políticas que mantendrán las drogas fuera de nuestras calles y mantendrán a nuestras familias seguras”.
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