Estados Unidos tiene un problema para encontrar personal que luche contra el ciberespionaje. El FBI quiere a los mejores, pero sus políticas prohíben contratar a personas que hayan fumado marihuana en los últimos tres años y dicen desde esta agencia que los ‘hackers’ más expertos consumen esta droga.
De hecho, el director del FBI, James Comey, ya ha pedido un cambio en la normativa. «Tengo que contratar a los mejores para competir con los cibercriminales, y algunos de esos chicos quieren fumar marihuana hasta cuando vienen de camino de la entrevista de trabajo», dijo durante una conferencia en Nueva York.
Aunque los cambios aún no se produjeron, Comey dejó ver que el organismo ya empezó a relajar sus criterios. Un asistente le preguntó por un amigo que había desestimado una oferta de empleo en el FBI por haber consumido marihuana. «Debería solicitar el puesto de trabajo», respondió el director de la agencia. De acuerdo con el diario The Wall Street Journal, el Congreso autorizó la contratación de 2.000 empleados en el FBI, de los que muchos son expertos en delitos informáticos.
Las declaraciones sobre esta normativa se producen después de que la agencia haya podido sacar pecho por el descubrimiento de una unidad secreta de piratas informáticos chinos dedicados al espionaje industrial de empresas estadounidenses de los sectores energético, del aluminio y el acero que tenía la intención de ayudar a los competidores del país asiático. El Gobierno de Obama ha acusado hoy a cinco militares que formarían parte de esta red.
Por primera vez, Estados Unidos acusa formalmente a miembros del Ejército de Liberación Popular Chino, en concreto a expertos de la «Unidad 61398», un grupo secreto con sede en Shangai y encargado supuestamente de infiltrarse en las redes informáticas de empresas estadounidense. El fiscal general de Estados Unidos, Eric Holder, dijo que «la cantidad de secretos comerciales y otro tipo de información empresarial delicada robada es importante y obliga a una respuesta decidida».
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