Representación Cannabica de Navarra-Nafarroako Ordezkaritza Kannabikoa (RCN-NOK) y clubes sociales de cannabis han recogido en dos meses casi 10.000 firmas para tramitar la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) que han impulsado para regular estos clubes sociales en Navarra. Las rúbricas exigidas para la tramitación son 5.000.
Los impulsores de esta iniciativa comenzaron en junio la campaña ‘Tu papel importa‘, después de que el 12 de mayo el Parlamento de Navarra admitiera a trámite la ILP reguladora de los colectivos de usuarios de cannabis en Navarra.
La iniciativa disponía de seis meses para recabar, al menos, 5.000 firmas y poder defender la propuesta ante los grupos de la Cámara navarra. Los impulsores de la iniciativa han señalado, a través de una nota, que esperaban recibir el apoyo de los ciudadanos navarros, pero no esa cifra en tan poco tiempo.
RCN-NOK y clubes sociales de cannabis han destacado «la importancia de normalizar un debate social sobre el tema, de cambiar los clichés que existen sobre los fumadores de cannabis, y de argumentar y combatir los miedos y reticencias fruto del desconocimiento».
Según han defendido, «los clubes de personas consumidoras de cannabis, constituidos como asociaciones sin ánimo de lucro, y por tanto, al amparo del derecho de asociación, proliferan en Navarra y necesitan de una regulación que les otorgue seguridad jurídica como entidades, y que a su vez, permita su actividad con plena seguridad, tanto para sus integrantes, como para la sociedad en general».
En el Estado, han destacado, «existen cientos de clubes, entidades sin ánimo de lucro, inscritos ya en los registros de asociaciones de las comunidades y en el Ministerio de Interior». «Mientras estos colectivos pueden inscribirse sin mayores problemas en estos registros de asociaciones, en Navarra el panorama es bien distinto, todo son pegas para poder inscribir estas asociaciones en los registros pertinentes», han criticado.
Los promotores de la iniciativa han expuesto que «la ILP no pide una legalización del cannabis», sino «una regulación para evitar riesgos y preservar mejor los derechos tanto de los usuarios de cannabis, como de los no usuarios».
En este sentido, han añadido que «los clubes están enfocados desde la prevención de riesgos y reducción de daños asociados al consumo de cannabis, restringen el acceso a menores y ejercen un férreo control sobre la sustancia y su consumo por parte de los socios». «Se han demostrado eficaces a la hora de reducir el consumo más problemático», han asegurado.
Así, han defendido que «una regulación reduciría el acceso de menores al cannabis, ya que no podrían acceder a los clubes, evitaría que muchísima gente tuviese que acudir al mercado negro, facilitaría el acceso a los enfermos que la utilicen, así como la prescripción para los facultativos que deseen recomendarla a sus pacientes sin que ello suponga enviarles a un mercado negro sin garantías de ningún tipo, ahorraría en recursos policiales, judiciales y penitenciarios, crearía un mayor control sobre los clubes y haría aplicar políticas de reducción de riesgos asociados al consumo».
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