El cáñamo puede almacenar tanta energía como el grafeno, material considerado ideal para la comunidad científica en la construcción de un nuevo tipo de súper batería conocida como súper condensador.
Actualmente es utilizado para aplicaciones como tejidos reciclables, polvo de proteína vegana y sustitutos de la leche.
Científicos presentarán sus conclusiones en la 248° Reunión Nacional y Exposición de la Sociedad Americana de Química (ACS).
Los súper condensadores son una nueva tecnología definida como “baterías recargables de superpotencia”. Estas baterías pueden ser cargadas en pocos segundos.
Los súper condensadores tienen menos densidad de energía, el reto para los científicos es descubrir la forma en que puedan almacenar energía de la misma forma que lo hacen las tradicionales baterías recargables.
El doctor en ciencias David Mitlin explica la forma en que electrodos pueden rentables y potentes, utilizando fibras de cáñamo.
“El rendimiento electroquímico de nuestro dispositivo es a la par, o mejor, que los dispositivos basados en el grafeno”, dijo Mitlin, según declaraciones a TechTimes.
El grafeno es una sustancia relativamente nueva, descubierta en 2004. Es 20 veces más duro que el diamante, 200 veces más fuerte – y seis veces más ligero- que el acero, un excelente conductor del calor y la electricidad. El grafeno consiste de una capa única de átomos de carbono, colocados en una estructura 1 millón de veces más delgada que el papel. Se le considera un objeto bidimensional. El grafeno podría revolucionar el sector de la fibra óptica.
Sin embargo, es muy costoso, mientras que el cáñamo es mucho más barato.
Mitlin y su equipo intentan determinar si es posible utilizar fibras de estopa de cáñamo para hacer un material similar al grafeno.
Las fibras de estopa de cáñamo son consideradas un producto de desecho. Según el equipo, hasta ahora nadie había pensado una forma ideal de procesar las fibras de estopa de cáñamo. “Lo decisivo es entender realmente la estructura del material fundamental, y afinar el procesamiento con el fin de poder atribuirle, en rigor, propiedades sorprendentes”, explicó Mitlin, con su equipo descubrió que calentando fibras de cáñamo por 24 horas, y exponiéndolas a una temperatura muy alta, se obtenían nanoláminas de carbono, similares al grafeno.
Luego crearon súper condensadores usando estas nanoláminas derivadas del cáñamo como electrodos. Estos súper condensadores funcionaron mucho mejor que los súper condensadores hechos con grafeno, en cuanto a intensidad energética y durabilidad. Las baterías de cáñamo produjeron densidades de energía al menos dos veces superiores a las baterías de grafeno.
Ahora el grupo se prepara para la fabricación de súper baterías a pequeña escala.
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