Bienvenidos a la sección de cultivo de nuestro blog. En este artículo veremos cómo realizar nuestro primer trasplante.
PRIMER TRASPLANTE:
Haremos el primer trasplante cuando veamos asomar las raíces por abajo de la maceta de 0,3L. Vamos a pasar la planta a un tiesto de 3,5L.
Un buen drenaje es óptimo para un complejo radicular sano y oxigenado. En nuestro caso utilizaremos arlita (arcilla expandida) y lava/soil. Este sustrato aportará a la planta todos los nutrientes necesarios para esta etapa.
Para proceder al trasplante, cogemos la maceta de 3,5L, vacía, y la llenamos con unos 3 centímetros de arlita. Después vertemos el sustrato hasta arriba del tiesto. Acto seguido hacemos un agujero un poco más grande que la pequeña maceta y añadimos funki fungi, que contiene 4 tipos de micorrizas. Este producto orgánico es un elixir para que las raíces se desarrollen más y mejor, protegiéndolas contra posibles hongos. La cantidad a espolvorear será de una cuchara pequeña, bien repartida en el agujero, que equivaldría a la dosificación aconsejable, 5g.
El siguiente paso sería coger la maceta pequeña, con la planta, y, con mucho cuidado de no dañar las raíces, primero la ahuecaremos con pequeños golpes y luego la sacaremos del tiesto, con el tallo hacia abajo, sujetándolo entre dos dedos. Colocaremos la planta dentro del agujero de la maceta de 3,5L y rellenaremos los huecos que queden. Recordar no prensar en exceso el sustrato ya que podéis dañar a las raíces.
RIEGO:
Procederemos a realizar el primer riego después del trasplante. La cantidad ideal es 1L por cada tiesto. Mezclaremos el agua con un estimulador de raíces, en nuestro caso root stimulator de BAC. Con este producto el cepellón se expandirá mas rápido. La dosis aconsejable es de 1 mililitro por cada 5 litros de agua. Recuerda regar cuando la bombilla esté apagada.
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