El químico que diseñó la marihuana sintética con fines científicos dijo que no imaginaba que sería consumida como forma de recreación. Opina que, por su mortal toxicidad, tomarla es como jugar a la ruleta rusa, y tildó de tontos a los consumidores.
Fueron palabras que un día pronunció el químico estadounidense John W. Huffman. En cualquier caso, el número de consumidores de la marihuana sintética, conocida también como ‘spice’ y ‘K2’, entre otros nombres, incrementa alarmantemente, informa la revista ‘Forbes‘.
Pero también va en aumento el número de personas que ingresan en las salas de urgencias de los hospitales por una sobredosis de estas drogas, por lo que en Nuevo Hampshire (EE.UU.) se ha declarado el estado de emergencia.
A inicios del pasado mes de agosto, un joven de California entró en coma luego de haber consumido ‘spice’ y pocos días después murió.
El cannabis sintético, a diferencia del convencional, puede provocar una gran variedad de graves efectos secundarios, entre otros, agitación, vómitos, alucinaciones, paranoia, convulsiones, taquicardia, problemas cardíacos, derrame cerebral, psicosis aguda y muerte.
Por su parte, los investigadores advierten que la marihuana sintética no tiene nada que ver con la marihuana convencional y que su única similitud es el engañoso nombre, pero que su consumo puede tener consecuencias mortales.
Tiene efectos mucho más nocivos en el cerebro
Una de las razones por las que el cannabis sintético puede desencadenar una serie de efectos secundarios es la forma en cómo sus componentes actúan en el cerebro. «Cuando bebo un vaso de agua, no me pasa nada. Pero si participo en un concurso de beber galones de agua al final podría tener un ataque y morir. Los cannabinoides sintéticos afectan con gran fuerza los receptores cannabinoides del cerebro. Su acción en el cerebro puede ser similar al provocado por la marihuana natural, pero el efecto físico es muy diferente», explicó el toxicólogo JeffLapoint.
Los receptores cannabinoides CB1 del cerebro
Una de las razones principales por las que la marihuana sintética puede ocasionar gran variedad de efectos secundarios se debe a que sus componentes activan los receptores CB1, que están presentes en casi todas las regiones del cerebro. «Cuando un compuesto fuerte y de larga duración afecta diferentes áreas del cerebro provoca ciertos efectos muy negativos», indicó la neurólogaYasminHurd, del Hospital Monte Sinaí de Nueva York.
Las sobredosis de marihuana sintética se manifiestan de diferente forma
«Los consumidores de la marihuana convencional suelen ser interactivos, graciosos, divertidos, y sus efectos desaparecen al cabo de poco tiempo. En cambio las personas que han tomado marihuana sintética parece que hayan ingerido anfetaminas, están serios, sudorosos y agitados», explicó el profesor LewisNelson, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York.
Nuestro cuerpo no puede desactivar los productos sintéticos
Nuestro organismo desactiva una droga al metabolizarla, pero esto no ocurre con las sintéticas. «Algunos de los metabolitos del cannabis sintético no pueden ser desactivados por nuestro cuerpo. Además, en las drogas sintéticas está ausente el cannabidiol, presente en la marihuana natural, un compuesto que evita algunos efectos secundarios en nuestro organismo», dijo el profesor de farmacología y toxicología PaulPrather, de la Universidad de Arkansas.
No existe un control de calidad
El ‘spice‘ se fabrica en laboratorios clandestinos sin ningún control de calidad. «Las dosis varían. No sabemos la cantidad y calidad de hierbas, pulverizadores y cannabinoides usados por los productores. El resultado final es que uno no sabe qué contiene la bolsa de ‘spice‘ que le dan», dijo Prather.
Las drogas sintéticas están en constante evolución
«Hay cientos de formas de marihuana y cannabinoides sintéticos diseñados por diferentes laboratorios. Mientras nosotros estamos conversando ya ha aparecido una nueva forma de K2«, comentó Lapoint, que añadió que para la fabricación de estas drogas «solo se necesitan algunos conocimientos básicos de química».
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