En un episodio que seguramente complacerá a los defensores del cannabis, la policía rusa tuvo que sortear un ataque de abejas cuando intentaba despejar una plantación de marihuana.
Las abejas se encontraban en colmenas a un lado de las plantas de cannabis en la ciudad de Kostroma. Cuando los policías empezaron a arrancar las plantas, las abejas reaccionaron y llenaron de picaduras a los oficiales, los cuales tuvieron que irse y regresar con equipo de protección para terminar su trabajo. Un par de policías recibieron fuertes piquetes en la cara.
Se detectaron cerca de 500 plantas de cannabis creciendo en la zona circundante, algunas de hasta 2 metros. El dueño argumentó que las plantas crecían salvajamente sin su cultivo y que no había tenido tiempo de quitarlas. La policía cree que es posible que el dueño haya colocado a las abejas para proteger su cultivo.
Un caso vagamente parecido ocurrió en California donde un cocodrilo gigante, consagrado a Tupac Shakur, cuidaba una plantación de marihuana.
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