El Tribunal Supremo ordena al Ejército español readmitir a un soldado que fue expulsado hace tres años al haber seguido una terapia para el dolor con infusiones de cannabis, además de tener que pagarle los tres últimos años de sueldo no percibidos. El abogado del soldado, Fernando Osuna, explicó que la sentencia especifica que la droga «no ocasiona en este caso graves daños a la salud», ya que la tomaba para calmar los dolores que tenía en las piernas, y no había afectado a sus funciones «ni restado eficacia en su trabajo».
El soldado, de 29 años, estaba destinado en Madrid. Había sufrido un golpe en una pierna, y cuando el dolor se agudizaba «se vio obligado a acudir al remedio de tomar infusiones de cannabis» después de desechar «infinidad de terapias» contra el dolor «ineficaces», según su abogado. El Supremo entiende que la prueba para la detección del consumo de drogas tóxicas se realizó cuando estaba de baja médica y tomaba medicamentos que pudieron alterar el análisis.
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